sábado, 9 de enero de 2010

MAL ACCIONAR POLICIAL

Con la intensión de aclarar el contenido de la nota publicada en Nuevo Diario, sección policiales, el 28 de diciembre del 2009, titulada "Policías fueron golpeados en la vía pública",lo que supuestamente habría sucedido en Colonia Dora Dpto. Avellaneda y en la que se afirma que "efectivos policiales habrían sido golpeados por un sujeto identificado como Emanuel Gómez, quien se encontraba acompañado por Alejandro Farias"; (y ante el desinterés de los medios provinciales en la publicación de la misma); a través de la presente se informa a UD., que la misma carece totalmente de veracidad, lo que lleva a cuestionar el accionar del Personal de la Seccional de Policía Nº 42 sobre las intenciones y la animosidad y ensañamiento con que pretenden calumniar a estos jóvenes, sino también como el del personal responsable de la publicación de la misma en ese medio de comunicación.
En tal sentido se procede a poner en su conocimiento que tales hechos no se sucedieron como se afirma en la nota, sino todo lo contrario. Para certificar tal veracidad se cuenta con el testimonio de los numerosos jóvenes que salían del boliche bailable esa madrugada, y que observaban atónitamente como los uniformados, Mansilla y González, entre otros, llegaron de imprevisto y comenzaron a preparar sus palos con los que luego intentarían golpear a cualquier joven que se les acerque primero, y así fue como estos dos muchachos se acercaron, recriminando la actitud violenta con la que los integrantes de la Fuerza Pública parecían llevarse el mundo por delante; jóvenes éstos que tenían las mejores intenciones de aclarar todo. Dicho altercado duró solo unos minutos en el lugar mencionado, puesto que luego cada uno se dirigió a su domicilio.
Cabe aclarar que los testimonios no son la única prueba con la que se cuenta para demostrar la inocencia de los jóvenes, también existen filmaciones que se realizaron en el lugar de los sucesos.
El hecho sorprendente se dio a varias cuadras del Boliche, mas precisamente en la intersección de calles Maipú y Suipacha, lugar donde la policía intercepta a uno de los jóvenes, que en compañía de su novia se desplazaba en una motocicleta, e interpone en su camino el patrullero del que descendieron 5 o 6 efectivos y comenzaron a forcejear con el muchacho que se encontraba con el vehículo en movimiento para estacionar en esa esquina y dialogar con sus amigos sobre lo sucedido. Dicho forcejeo provocó la inestabilidad de éste y su novia y perdieran el equilibrio. Todo esto con la intención de introducirlo al patrullero y llevarlo a la seccional por supuesta orden del Jefe Zalazar.
Ante la imposibilidad de concretar el traslado, el uniformado Germán Mansilla arremete al joven y cuando intenta golpearlo con el palo que llevaba a cuestas, los amigos que solo observaban, se juegan interponiéndose entre quienes protagonizaban esta situación, impidiendo un final drástico. El forcejeo era múltiple ya, hasta que los efectivos advierten la presencia del fotógrafo y Canillita de la ciudad, quien casualmente se encontraba en las inmediaciones realizando su tarea diaria, hecho ante el cual estos personajes uniformados depusieron su violenta actitud al tiempo que, ya en presencia del Jefe Policial, intiman al fotógrafo con el conocido dicho: “Si no publicas nada, nosotros no informamos los sucesos.”
Parece ser que estos individuos ignoran que vivimos en una época en la que la humanidad entera repudia todo tipo de violencia; tampoco evidencian en lo mas mínimo una conducta regida por el honor, la dignidad y la vocación de servicios como deberían, ni por la responsabilidad que implica el solo hecho de vestir el uniforme, siendo que sus actos deberían perseguir como único objetivo el de proteger a los ciudadanos (que es para lo que están)... no de agredirlos.
¿Es que tan pronto se olvidaron de los Principios que rigen las Políticas de Seguridad para todo uniformado? Pues aquí se ponen de manifiesto algunos de los que pueden mencionarse por la relación con estos sucesos, para no ser tan extensos:
Derechos fundamentales. Proteger los derechos de todas las personas y regir su accionar por el pleno e irrestricto respeto a los derechos humanos. En el desarrollo de las políticas y en el desempeño de sus tareas, los funcionarios darán prioridad al derecho a la vida, a la libertad, a la integridad y a la dignidad de las personas.
Valoración objetiva. La valoración de las circunstancias que habiliten el uso de facultades policiales que impliquen restricciones legítimas a los derechos de las personas deberá fundarse en elementos objetivos a fin de evitar efectos discriminatorios o el uso arbitrario de dichas facultades. No podrán desarrollarse prácticas que impliquen el uso masivo y discrecional de estas facultades.
Por otra parte también se menciona en la nota la intervención del médico de policía, quien habría certificado a los efectivos 7 (siete) días de curación...
¿No cree que se exageró un poco con la cantidad de días?
La pregunta se debe a que el día lunes 28, oportunidad en que se publicó la mencionada nota, los efectivos policiales que supuestamente estaban con parte médica por las lesiones, fueron vistos en dependencias de la Seccional 42, vistiendo sus impecables uniformes.
A todo esto... ¿Con qué finalidad la publicación de una nota oficial mencionando hechos tergiversados? ¿Para qué mencionar una causa iniciada en el Juzgado de Crimen de la ciudad de Añatuya, si hasta la fecha no existe ninguna?
Sin dudas la eficacia en la aplicación de la ley implica una serie de facultades, responsabilidades y principios como la legalidad, necesidad y proporcionalidad que dependen concretamente de la calidad y la capacidad de actuación, tanto individual como grupal de los agentes policiales, quienes deben inspirar credibilidad y confianza a la sociedad que sirven y protegen.
La comunidad toda es consciente de que la tarea policial es tan delicada como poderosa, e indefectiblemente necesita de garantías y protección pero también de compromiso. En una sociedad democrática como la nuestra, es sabido que las garantías y la protección de los efectivos están en manos del control jurisdiccional y en cuanto al compromiso, cada institución en sus cartas orgánicas impone pautas con el objetivo primordial de preservar contra las vías de hecho, la vida y bienes de terceros aún a costa de la integridad del agente. También allí se impele al trato discreto y servicial aunque firme, a la vez que se los insta a controlar sus emociones entre otros preceptos básicos.
Para terminar, luego de todo lo expresado y a pesar de las intimaciones, se informa a UD. que lo que si existe, y es verdadera, es la denuncia que Carla y Emanuel interpusieron en la División Judiciales de la Unidad Regional 3 de Policía de la ciudad de Añatuya, el domingo 27, en contra de los uniformados agresores dependientes de la Seccional 42 de Colonia Dora, por "Agresión y Abuso de Autoridad" entre otros.


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